miércoles, 18 de septiembre de 2013

La vida no es justa...

¡Qué descubrimiento! Es algo que ya sabía, pero ahora duele.

Tengo una persona muy cercana a mí y a mi familia, que va a ser mamá. Ha estado unos tres meses buscando bebé y ya viene de camino. 

Hace algo más de un año cuando ninguna de las dos habíamos emprendido este viaje, charlamos un día en público sobre la maternidad y de lo que estaríamos dispuestas a renunciar por nuestros hijos. A TODO, dije inmediatamente mientras ella me miraba escandalizada, y hablaba que para ella lo primero esa su crecimiento personal (como si la que fuera madre menguara a diario), jugando con palabras y pintando excusas banales para hacer entender a los que la escuchábamos que ella no renunciaría a su trabajo, ni a la vida que ahora llevaba por tener hijos, que había luchado mucho por estar donde estaba y que lo que llegara, cuando llegara, se tendría que adaptar a los que ya existía. Me pareció egoísta, pero aceptable. Es de este tipo de personas que no encaja con mi manera de ver la vida en absoluto. Siempre he sabido que buscaría ser madre porque es lo que toca cuando tienes 32 años. Hay gente que va quemando etapas con forme tocan, pero sin más sentido que andar hacia adelante

Yo en cambio desde que tengo uso de razón sueño con ser mamá. Eso del "instinto maternal" viene conmigo de serie. Cuando estudiábamos la carrera era la única del grupo de amigas que hablaba de tener hijos con ilusión, cuando las demás lo que ansiaban era encontrar un gran trabajo, o irse a vivir a este o el otro lugar del mundo. Yo acondicioné mi vida poco a poco para tener una estabilidad que sabía que necesitaría para formar una familia, aun renunciando a mejores sueldos que en algún momento me ofrecieron. Mi formación y mi trabajo, que aunque me gustan, son una simple herramienta para poder ofrecerle a mis futuros (¿futuros?) hijos lo que un día tuve yo. Y el crecimiento personal sé que lo encontraré cambiando pañales y viendo reír a diario a mis hijos, en vez de en reuniones hasta las 8 de la tarde y congresos en el extranjero.

Ahora esa chica a va a ser madre, y está feliz, como quien se compra una buena casa o ascienden en su trabajo. Y no es justo. Evidentemente jamás entenderá el sufrimiento que me produce verla presumir de barriguita o de lo bien que lleva su embarazo.

¡La vida no es justa, no lo es! y bien sabe Dios que no le deseo, ni desearé mal a nadie, y aunque todo el mundo dice frases como tarde o temprano todo el mundo tiene lo que se merece, a mí me han parecido siempre carentes de significado. Ella se merece mejor trabajo que el mío, puede ser... pero esta penitencia que me ha dado la vida no me tocaba a mí. Y la vida no le da a cada uno lo que merece, porque nadie merece pasar hambre, mientras que otros están podridos de dinero, y  nadie se merece que mueran sus hijos, mientras que otros los tiran al WC…

En fin... que la vida de capitana de barcos que buscan tesoros es injusta... pero estoy creciendo, con un trabajo "mediocre" para mi formación, y con el dinero justo para permitirme esa cerveza con amigos que me hace ser gigante. Me estoy poniendo a prueba, y estoy descubriendo cuantas lágrimas guardan mis ojos, cuanta paciencia alberga mi alma y que fuerte era el sueño de esa niña de 18 años que quería ser mamá… Y LO SERÁ.


1 comentario:

  1. Mi niña, a veces la vida parece injusts o lo es simplemente. P piensa q no a todos nos llrgan las mismas cosas en el mismo momento y pq le llegurn antes a otros no quiere decir q sean mejores o mas importantes. Al igual q tu mi sueño ha sido ser madre, y he llorado como tu al ver q a otras les llegaba el turno años antes q a mi y algunas sin casi buscar.No es q no me alegrara p ellas, es q no me alegraba por mi.Al final cuando llega y miras atras ya no ves nada de esa 'rabia' q sentias, pq ya no es tan importante.

    ResponderEliminar