lunes, 23 de septiembre de 2013

¡Viva la empatía!


Juro que no me quedaré impasible la próxima vez que alguien me diga: Relájate y llegará. Creo que la gente piensa en serio, que mis ganas por ser madre me provoca los abortos, que segrego una "hormona de las ganas" que deberían de comercializar en vez del Cytotec. Señor@ no produzco sustancias abortadoras, y si mi ansiedad (si, ANSIEDAD) porque alguna vez esas dos rayas rosas no desaparezcan al cabo de unas semanas pudiera ser controlada le aseguro que lo haría, pero cuando estoy embarazada ni siquiera me puedo tomar una mísera valeriana, porque en MI caso hasta el estornudar me da miedo.

Señor@ no puede estar diciéndome en serio que no piense en el tema y que ya veré como la próxima vez no lo pierdo. ¿¿Está usted cachondeándose de mí?? Para su información, cuando una está embarazada es difícil dejar de pensar que lo está, ya que muchas, muchísimas de mis actividades diarias son sustituidas por otras, y no le puedo engañarle a mi cerebro diciéndole que no se está tomando una cervecita con los amigos, sino un insípido vaso de agua, porque quiero facilitarle el trabajo a mis riñones, además que desde que me quedo embarazada tengo que hacer reposo y tomarme 5 pastillas diarias diferentes un par de veces al día, así que no pensar en el tema es misión imposible. ¿Usted no cree que después del 5º aborto es bastante lícito que una esté algo preocupada por el tema, y que no sea una locura que se me pase por la cabeza que el siguiente pueda perderlo también (ya que estadísticamente tengo más probabilidades de perderlo de que no)... y eso me produzca cierto desasosiego?

No se crea usted que el consejo que me dé me va a servir de algo, porque YO YA LO HE INTENTADO TODO. Sí, todo... Me he apuntado a Yoga, he practicado la visualización (maravillosa técnica, que de tanto utilizarla estoy empezando a tener un problema de diferenciación de realidades, ya que cuando paso por algún escaparate a veces me da la impresión de verme realmente la barriga), he probado a no moverme del sofá, a irme a dar paseos diarios por el campo escuchando pajaritos, a ir a la iglesia y encender todas las velas del Cristo de la Espina, me he leído la mayoría de los libros de autoayuda de cómo conseguir lo que deseas, he ido a un curandero y estoy buscando donde hacen acupuntura en mi ciudad... Me queda hacer el pino puente en la semana 6 y quizás también intente cambiarme al budismo y raparme la cabeza, pero no creo señora que sirva de mucho.

La conversación suele ser así...
-Ah!! ¿Tu hermano ya está esperando un hijo? ¿Y vosotros? ¡¡Si lleváis mucho más tiempo buscando!! ¿No vienen?
-Sí, vienen, pero con las mismas se van...

-No me digas, bueno relájate y ya verás como el próximo no se va, eso son cosas de cabeza... (Indirectamente me dice que mi cuñada está más cuerda que yo)


Y en mi mundo empático perfecto esa conversación sería algo así
:
-Ah!! ¿Tu hermano ya está esperando un hijo? ¿Y vosotros, no vienen? (me parece normal que alguien cercano pregunte,  y prefiero que me pregunten a mí y no a la vecina que sabrá dios que le cuenta)
-Sí, vienen, pero con las mismas se van...
-¡No me digas, vaya por dios! hija, cómo lo siento. Ojalá se solucione pronto. Mucho ánimo, que entiendo que son cosas muy difíciles.

No intente darme ánimos diciéndome que la mayoría de las parejas pasan por algún aborto, porque mi "algún" ha sucedido hace un año.
No intente hacerme entender que todo pasa por algo, porque me invita a reflexionar cosas como que quizás yo no tengo que ser madre.
No me cuente las historia de su vecina, que se fumaba 2 paquetes diarios y tuvo tres abortos porque evidentemente ese no es mi caso, y me hace pensar que si su vecina sin cuidarse "sólo" tuvo tres abortos, que requetemal me quiere la vida a mí, siendo mi mantra "mens sana in corpore sano".

No me da vergüenza hablar de mi problema (¿vergüenza?). No me importa llamar a las cosas por su nombre (¡¡¡infértil!!!). No quiero que la gente me evite el tema y haga como si nada pasara. No soporto que mis padres cada vez que sale en la tele un anuncio de bebés empiecen a hablar alto, como si fuera una niña de 5 años y lo que estuviera mirando fuera un escena de sexo. Esto va conmigo, es mi camino, lo hemos asumido y no quiero fingir que todo está bien. Y no quiero que la gente finja a mi lado que todo está bien. Sólo pido un poco de empatía. Señora póngase un instante en mi lugar, sienta durante un segundo el dolor de una perdida y multiplíquela por 5. Interiorice la incertidumbre que tengo de no poder tener nunca hijos biológicos, y ahora, sólo ahora, abra la boca…seguro que lo que sale de ella ya no me hace daño.

He decidido que con todas las piedras del camino voy a construirme un Castillo, en donde vivirá garbancit@ con mamá y papá pirata.

1 comentario:

  1. Bien dicho!! Pero no te hagas ilusion de q el Castillo sea muy grande o pase d primer piso.
    Lo q dices de relajarse, realmente no lo creia, p ayuda. Ah con relajarse no me refiero a vivir en un isla desierta, sino llegar a un punto de separacion mental d lo q te hace mal y acercarse mas a lo q te hace bien. De verdad vale la pena intentarlo, yo lo hago continuamente.

    ResponderEliminar